martes, 5 de junio de 2012

Amor al Retro II: Sega Megadrive

Bien, hoy escribiré un nuevo artículo de la sección "Amor al Retro", pero esta vez será distinto, porque de lo que voy a hablar no es algo que yo realmente considere retro, no es algo que haya caído en mis manos recientemente en un afán de coleccionismo; es algo que ya estaba en casa cuando yo nací y que ha tenido un papel importante en mi vida. No puedo realmente ver como retro esta consola porque sencillamente es la primera que jugué, y la he jugado durante toda mi vida, hasta el día de hoy. Esta consola no es otra que la Megadrive, mi amada consola de Sega, lo que inició mi afición a los videojuegos y otras muchas cosas.


No tengo recuerdos de antes de 1994-95, 2-3 años después de mi nacimiento. Para mí, la Megadrive siempre estuvo allí, desde que tengo uso de razón. Era la consola de mis hermanos. Tenían montones de juegos y yo solía sentarme con ellos a mirar cómo jugaban. Siempre me han gustado los animales, eso lo tengo muy claro, y disfrutaba mucho viendo juegos como Ecco The Dolphin: The Tides of Time. Recuerdo que mi hermano C. siempre lo ponía y era su favorito, le costó mucho pasárselo y yo le admiraba porque me parecía un juego muy difícil. Quizás de igual forma me encantaban los juegos de Disney, que en aquel entonces eran realmente buenos: El Rey León, Aladdin, Mickey Mouse... pero mis hermanos ya no estaban para esas cosas y por mucho que se lo pidiera, si les apetecía poner un Street Fighter II, no iban a cambiar de idea... pero poco importaba realmente, porque SFII también era un juego que me gustaba mucho mirar. Una de mis primeras experiencias videojueguiles fue un combate contra Bison, en el que perdí irremediablemente. No sé por qué pero me emperraba en luchar/controlar ese personaje... Otro, el Apel Du Destin, el juego de lucha de Dragon Ball, me parecía detestable porque yo quería que fueran a buscar las bolas de drac pero no, sólo hacían combates, y encima salía Célula, y a mí Célula me daba mucho miedo por aquel entonces... pero mis hermanos me soltaron la trola de que en realidad lo de la lucha sólo era uno de los modos y que después ibas por Namek y por la Tierra y buscabas las bolas y era como una especie de RPG, así que yo esperaba pacientemente e inutilmente ese momento. Pero nada más odiado para mí como aquel juego llamado King's Bounty, que tanto le gustaba a mi hermano G. Imaginad un RPG de colores chillones y música repetitiva, con combates estratégicos interminables y un hermano mayor jugándolo toda la tarde, y centraos en el detalle de que a lo sumo tendréis 4-5 años... Eso sólo podía llamarse "tortura"... Pero bueno, aquéllo no duró mucho, y por suerte teníamos muchos otros juegos que eran de mi agrado, como Zombies Ate My Neighbors (sencillamente genial), Splatterhouse II (yo ahí empecé a sentir nacer mi venazo gore), Flicky (me encantan los animales, lo reitero), Altered Beast (éste me hacía y me sigue haciendo mucha gracia), Alex Kidd (siempre ha molado eso del piedra-papel-tijeras, aunque me parecía difícil hacerlo bien en el juego) y Light Crusader (un juegazo que no pude reencontrar hasta hace medio año). Después estaban todos aquellos juegos que me daban miedo (risas :D), como Dynamite Headdy (por los robots gigantes), Subterranea (por las caras robots gigantes), Jurasic Park (por la alarma aquélla de la pantalla oscura del final y por el tiranosaurio que te persigue), Sonic & Knuckles (por la pantalla del desierto en la que cuando se hace de noche salen fantasmas), Sonic the Hedgehog (creo que la primera vez que jugué a algo fue a éste y me giñaba la mariquita del principio de la Green Hill Zone, no me atrevía a avanzar) y creo que el juego de Predator II. Pero en realidad todos estos me gustaban mucho.

¿Por qué será que ahora me gusta tanto el cine gore?

Podría seguir hablando de juegos y juegos, pues me ocupan un espacio considerable en la estantería, los hay a decenas... Pero no, me quiero centrar en la experiencia.

La Megadrive supuso muchas cosas. Dio origen a mi gusto por los juegos, me unió a mis hermanos y me hizo conocer toda clase de mundos fantásticos. Con el tiempo, cuando mis hermanos se marcharon a vivir con nuestro padre, yo iba allí los fines de semana y seguía jugando con ellos. Después, allá en 1998-99, llegó la PSX y la empecé a jugar yo sóla, igual que con el Doom II del ordenador, pero eso es otra historia y deberá ser contada en otro artículo.

Disney, tú antes molabas.

Cuando tenía 14-15 años, mi hermano G. se vendió la PS2 por motivos que me parecen absurdos y los juegos de PSX los tenía bastante sobaos, así que un día me puse a hurgar en baúl muy grande, negro y esmaltado, que había en el comedor. ¡Estaban allí! Todos aquellos juegos que tanto había visto de pequeña, todos con sus cajas azules... algo polvorientos, pero íntegros. Mi hermano había sacado la Megadrive y la instalamos en el comedor. Nuestro comedor tenía forma de L, en el extremo largo estaban la mesa, la tele grande y el sofá, y en el pequeño había ahora un mueble con una tele pequeña y destartalada y junto a ellos, el baúl de los recuerdos. Cogía por las tardes una silla y me ponía a jugar a la Megadrive, disfrutando de aquel feliz reencuentro, jugando yo misma al Sonic, al Ecco, al Altered Beast, al Golden Axe... Fueron tiempos bonitos.
Es un descojone ver cómo estos dos se enfrentan a hordas de
zombies  y otros monstruos armados con pistolas de agua, cortadoras
de césped, cubertería de plata, extintores, tomates, payasos de goma...

Luego llegó otra PS2, a la salida de su sucesora, y ya no jugué tanto a la Megadrive aunque seguí guardándola en un lugar de mi corazón. Al cabo de un tiempo ocurrieron cosas un poco complicadas en mi familia, yo me tuve que ir a casa de mi padre, donde los videojuegos habían sido prohibidos y tachados de infernales por su nueva mujer. Mi hermano G. me pasó una caja de madera repletas de juegos de Megadrive, era eso o perderlos para siempre, pero me obligaban a deshacerme de ellos... Se los tuve que pasar a mi madre y que los guardara... Mi novio me acompañó, entonces no salíamos juntos pero éramos buenos amigos y estaba muy interesado por aquellos juegos. Los pusimos a buen recaudo. Más adelante, cuando salí con él, los trasladamos a su casa. Después mi hermano nos entregó la segunda remesa de juegos, que fueron a parar a casa de mi novio también, pero la Megadrive la escondí en el almacén junto con nuestra Master System II (y allí siguen estando). Ahora vivo con él, así que los juegos vuelven a estar a mi lado.
Para mí, uno de los mejores juegos de Megadrive.
¡Cuánta belleza en cada sprite!

Me despido. Quizás este artículo haya sido muy raro, lo he escrito tal y como me iba saliendo de dentro. Espero que os haya gustado.

PD: una pequeña anécdota: un día mis hermanos dijeron con no sé que cartucho: "este juego está chupado" y yo miré el mando de la megadrive con desconfianza, pensando que estaba lleno de babas. Dicen que un día destruí la carátula y el manual de un juego, pero no lo recuerdo. Lo que sí recuerdo es que a veces por fastidiar le daba al reset de la consola y les mandaba a tomar por donde no da el sol toda la partida. Ains, qué malos son los niños pequeños...


Cuando era pequeña me regalaron un erizo de peluche y le puse "Sonic".

¡Viva Sega!


4 comentarios:

  1. Que bonito es recordar tu primera consola, pero más bonito aún es conservarla y echarte unas partidas con ella ^.^ Actualmente poseo varios de los juegos que has mencionado y la verdad es que son joyas de la historia de los videojuegos. Me vicié bien al DB apel du destin xD
    Buen artículo y buena reflexión. Seguiré atento a tu sección retro!!

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  2. La consola con la que mejores ratos he pasado. Todavía conservo mi primera MD, junto a alguna otra que fue llegando si querer. ^^U

    Es bonito que después de todo ese tiempo, puedas conservarla con los juegos.

    Mi primera consola fue la Master System modelo original, y de ahí en adelante, SEGA se convirtió en mi compañía favorita.

    Me alegra ves que te gustan los Splatterhouse, como a mí. Por aquí tengo algunos, pero hay uno que es mi ojito derecho. ^.^

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    1. Jeje, el Splatterhouse II de MD me gustó, pero el I aun más. Fue un regalo, un buen regalo. ^^

      ¿No te referirás al de FM Towns? Justamente hoy estaba mirando un video en el que salía una selección de juegos y he visto que estaba (primera noticia para mí, no sabía que existía esta versión). Por cierto, qué buena pinta tiene el catálogo de la FM Towns.

      Saludos ^^

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    2. Ese ese, el de Towns. Es un calco de la recreativa.

      El problema de Towns es que la mayoría de sus juegos "jugables", están muy especulados en ebay y otros sitios, y llegan a precios de chiste/risa/locura/túestasloco? y esas cosas

      Si te gusta el de PC engine, el de Towns ya no digo...

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